Para administrar la sedación intravenosa, se le introducirá un tubo de plástico muy fino en una vena del brazo con una aguja. Una vez colocada, esta sonda se utilizará para administrar el sedante que le hará sentir somnoliento y relajado con extrema rapidez.
Procure que un amigo o familiar le recoja en el quirófano después de la sedación.